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viernes, 1 de junio de 2012

Apuntes sobre Soundgarden, y el postre tonto de fresas y frambuesas


Anoche llovía. Llovió durante todo el concierto, tanto como nunca llueve aquí en Berlín, tanto que mi chubasquero, toda mi ropa y las cosas de mis bolsillos acabaron completamente mojadas. Chris Cornell saludó con una sonrisa y un What a beautiful day, it feels like home.

Al técnico de sonido lo podría haber colgado de un árbol por los pies. Unas veces sólo se oía el bajo, otras veces no se oía la voz o la guitarra. Un desastre.

Soundgarden se han convertido en cuatro señores mayores. Y es que todos superan ya los 50 años. Chris Cornell y Matt Cameron no lo aparentan, al menos desde donde está el público, pero la barba y la coleta de Kim Thayil se han vuelto grises, y la mirada de Ben Shepherd es curiosamente calma, tranquila.

Se encienden las luces, los abuelos cogen los instrumentos y parten el escenario en dos. La voz de Chris Cornell ha perdido brillo y potencia (ya los perdió tras el Badmotorfinger). Pero la ventaja de tener una banda en la que todos los miembros son buenos es que no importa lo más mínimo si uno no está al cien por cien. Arrasaron.

Éxtasis musical de más de hora y media. Y ellos disfrutaron tanto o más que yo (que nosotros, que el público). Soberanos de sus instrumentos por separado, geniales juntos. ¿Por qué ya no hay grupos así? Cómo mola el grunge.


Al llegar a casa, una ducha caliente y una tontería de fresas y frambuesas antes de dormir.




Ingredientes (para 6 vasitos):

  • 140 g de agua templada
  • 8 g de gelatina
  • 300 g de yogur natural sin azúcar
  • 80 g de azúcar
  • 130 g de fresas
  • 125 g de frambuesas
  • el zumo de media lima
  • 200 mL de nata
Cómo preparar este postre tonto de fresas y frambuesas:

Sumergir las hojas de gelatina en el agua templada y disolverlas. Poner una cucharada de gelatina disuelta en el fondo de cada vasito y meterlos en el frigorífico.

Batir el yogur con el azúcar, la nata, las fresas y el zumo de lima. Incorporar la gelatina disuelta y mezclar con una cuchara.

Montar la nata y añadirla al resto, mezclándolo todo suavemente con una cuchara.

Poner unas cuantas frambuesas en el fondo de cada vasito y poner encima con cuidado un par de cucharadas de la mezcla de yogur y nata. Volver a poner un par de frambuesas y un par de cucharadas de mezcla, hasta terminar los dos. Guardar en el frigorífico varias horas, hasta que la gelatina haya cuajado.

Para desmoldar más fácilmente, sumergir los vasitos unos segundos en agua caliente (menos que yo, que se me ha derretido un poco el fondo).

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